‘Rebaño de ocho cabras’ ayuda a Trump a ahorrarse US$88.000 en impuestos


La revista Forbes calcula que la fortuna de Donald Trump asciende a 3.700 millones de dólares. El mandatario estadounidense puede nadar entre monedas de oro, tras heredar un emporio de su padre y amasar aún más millones en el mundo inmobiliario, con participación hoy en 500 empresas de 20 naciones.

Y, aún así, según un reporte del periódico Huffington Post, hace todo lo que puede por ahorrarse hasta el último impuesto. Como si lo necesitara.

Su último truco conocido tiene poco de ingeniería financiera. Es más bien rústico, digamos: se ha apoyado en una ley, la de evaluación de tierras agrícolas del estado de Nueva Jersey, del año 1964, que permite reducir impuestos sólo con tener un explotación agrícola o ganadera en una posesión cualquiera.

“Trump, el señor de la brillante torre neoyorkina que lleva su apellido, la ha aplicado en su campo de golf de Bedminster Township y, así, se ha convertido en ganadero y se ha ahorrado 88.000 dólares en lo que va de año”, señala el artículo del prestigioso medio estadounidense.

El republicano ha declarado a las autoridades del estado que tiene cabras en su complejo y granjas de heno para su mantenimiento, repartidas en 113,2 acres (algo más de 458 hectáreas). ¿Un gran rebaño? No, sólo ocho animales.

Además, otros 70,6 acres (28 hectáreas) de bosques adyacentes también se destinan a la agricultura, por lo que son un total de 183,8 los que se declaran dedicados a este fin, de los 514 acres (208 hectáreas) del complejo de golf, que están sujetos a impuestos a una tasa mucho más baja de lo esperado, poco más de seis dólares por acre, frente a los 462 que debe abonar un espacio turístico, deportivo y recreativo como este.

“Parece que Trump está huyendo de los contribuyentes una vez más”, dijo Robert Weissman, presidente del grupo liberal de vigilancia Public Citizen. “Lo que ahora ha quedado muy claro es que una parte muy importante de la fortuna de Trump se debe a la evasión fiscal, añadió.

Práctica común

Es verdad que no es el único que se acoge a esta norma. La emisora New Jersey 101.5, haciéndose eco de esta información, añade que la práctica es corriente entre cargos públicos y aporta una lista de altos representantes, senadores y gobernadores que, de pronto, también se han convertido en hombres y mujeres de campo.

Unos declaran que en sus fincas (fincazas) generan leña y crían burros, otros que tienen plantaciones de  “árboles de navidad”, otros que venden tablones de madera “a amigos y familiares”…

No está claro exactamente cuál es el propósito comercial de las cabras de Bedminster, si es que tiene alguno, más allá de proporcionar a Trump una exención de impuestos.

La Organización Trump, el negocio familiar del mandatario, no ha respondido a las preguntas del HuffPost sobre su posicionamiento en el mercado de las cabras y su entorno y tampoco Rob Wagner, el funcionario del campo de golf que firmó la solicitud de evaluación de tierras agrícolas, ha hablado al respecto. Menos aún la oficina de prensa del Ala Oeste.

Las cabras, indica el diario, viven en un corral cercado cerca de la entrada del complejo, adyacente a algunas canchas de tenis y a un cobertizo para equipos, al otro lado de una carretera de acceso a uno de los campos de golf del recinto.

Fuente Externa/Huffington Post


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