Limbo migratorio: el drama de miles de venezolanos en la República Dominicana
Las leyes dominicanas los obligan a volver a su país para regularizar su estatus
SANTO DOMINGO, RD.- “Mi hija, que nació y creció bajo el gobierno de Chávez y de Maduro, acostumbrada a unos supermercados con los anaqueles vacíos, de repente entró al Jumbo y le dio como un shock (…) y comenzó a gritar de alegría”, relató un fotógrafo venezolano que migró hace más de un año a la República Dominicana.
Como su situación migratoria es irregular, pidió que su identidad fuera resguardada. Para este hombre de 60 años, fue precisamente su hija de 10 años la motivación principal para que un 31 de octubre de 2016 la familia tomara un avión y se marcharan de Venezuela a comenzar desde cero.
“Los medicamentos no estaban garantizados, entonces me puse a proyectar los efectos que eso podría tener a corto plazo, en la medida en que se agudizara (la crisis), y comprendí que esa no era una situación ideal para que una niña prosperara, floreciera, estudiara y fuera feliz”, cuenta.
Su caso es uno entre los miles de venezolanos que han llegado al país en los últimos cinco años y son las caras de la más reciente oleada migratoria desde Venezuela, que se potenció ante la creciente escasez de alimentos y medicinas, el avance de la delincuencia y la incertidumbre política que abrió la enfermedad y posterior muerte de Hugo Chávez.
Las leyes dominicanas obligan a regresar a Venezuela para comenzar el trámite de regularización migratoria, pero la crisis económica y social que sume a ese país hacen que la decisión se convierta en un conflicto personal y familiar.
Los datos que maneja la Asociación de la Diáspora Venezolana en RD dan cuenta de que entre 19,800 y 25,000 venezolanos ya viven en el país.
Muchos entraron como turistas, pero se quedaron a vivir en territorio dominicano.
Desde 1998 hasta el 2 de febrero de 2018 la Dirección General de Migración registraba que el país había otorgado residencia legal a 7,369 venezolanos (32.4 % de estas temporal y 23 % permanente). De este grupo, 45 fueron permisos de refugiado temporal.
De inversionistas a deportados
Una pequeña porción de quienes han llegado -alrededor de 5,000 personas- son dominicanos que emigraron a Venezuela en la década de los 80 y 90, se nacionalizaron allá y ahora, en medio de la crisis económica de ese país, regresan con hijos y hasta con nietos de origen venezolano. Ellos sí cuentan con vías legales para resolver su situación.
Hasta hace seis años, los venezolanos que se mudaban al país eran, fundamentalmente, de clase media-alta y alta que llegaron para invertir.
Solo entre 2010-2017 las inversiones procedentes de Venezuela superaron los US$520 millones, representando el 2.9 % de la Inversión Extranjera Directa que recibió el país en ese periodo, según registra el Banco Central dominicano.
Hace más de cuatro décadas Venezuela se hizo atractiva para los dominicanos al necesitar a miles de trabajadores para planes de desarrollo. Los criollos se asentaban especialmente en la capital, Caracas, y en Margarita, San Fernando de Apure, Maracaibo y Ciudad Bolívar.
Ese país también acogía a una población emigrante desde países europeos, especialmente de España, Italia, Portugal, y de naciones más cercanas como la vecina Colombia, Ecuador, Perú, Chile y Uruguay, entre otros.
Sin embargo, entre 2008 y el 14 de febrero de 2018 las autoridades dominicanas deportaron a 207 venezolanos; el pico más alto fue en 2017.
Mientras que la Asociación de la Diáspora Venezolana estima que las autoridades están deportando a unos 15 venezolanos al mes. Lea el reportaje completo en Diario Libre