RD: militares colocan estatua de la Virgen de la Altagracia en zona del lío con Haití
DAJABÓN, República Dominicana.- El ministro de Defensa, teniente general Carlos Luciano Díaz Morfa, los obispos monseñor José Dolores Estrella, de San Juan de la Maguana; Diómedes Espinal, de Mao, y la plana mayor de las Fuerzas Armadas, encabezaron el develamiento de un monumento de la Virgen de la Altagracia, en la frontera con Haití.
El altar fue colocado en la ciudad de Dajabón, en la zona de conflicto entre República Dominicana y Haití, a pocos metros donde en ese país se construye un canal de riego con el que se pretende desviar parte de las aguas del Río Dajabón, mejor conocido como el Río Masacre, para su uso en territorio haitiano.
En su discurso inaugural, el ministro Díaz Morfa recordó que República Dominicana con su ejército, ha sido ganadora de grandes batallas y citó lo que ha sido para nuestra tierra la virgen de la Altagracia, a quien rendimos homenajes.
Según detalló El Caribe, el alto militar resaltó que “por estas tierras en el año 1691, cabalgaron los macheteros del este y del Cibao, para exhibir con sus nobles metales, una honorable patria, cuando cabalgamos para combatir el ejército francés, dando inicio al año siguiente a la batalla de La Limonada”.
“En esa fecha la devoción católica se puso en alto, hoy desde entonces ella nos acompaña y rendimos homenaje a nuestra señora de la Altagracia, a nuestro soldado quienes dan todo por la patria, Dios te salve Altagracia desde el norte, el sur y del Este, ahora también del oeste”, manifestó Díaz Morfa.
La obra que fue reconstruida en los talleres de la Fuerza Aérea Dominicana, por el capitán de navío José Alberto Núñez, quien destacó la importancia de que fuera instalada en este lugar la significativa imagen.
De su lado, monseñor José Dolores Esterilla consideró “maravillosa la idea de poner en este lugar la imagen de la Virgen, porque ella sabe cómo resolver los problemas que se suscitan en su pueblo, como madre de todos que es”.
Nuestra Señora de la Altagracia (Virgen de la Altagracia) es una advocación mariana católica, considerada como la «madre protectora y espiritual del pueblo dominicano».
