Extraditan dominicanos por «estafa millonaria» contra ancianos de Pensilvania


Fuente Externa

Las autoridades de República Dominicana extraditaron a Estados Unidos a tres dominicanos acusados de fraude electrónico, lavado de activos y otros delitos, en perjuicio de decenas de ciudadanos estadounidenses de la tercera edad.

Juan Rafael Parra Arias (41 años), Miguel Ángel Vásquez (24) y José Ismael Diloné (34) fueron trasladados bajo un un amplio dispositivo de seguridad hacia el Aeropuerto Internacional de las Américas (AILA), donde custodiados por oficiales estadounidenses, abordaron un vuelo comercial con destino a esta nación.

Según informó este lunes el Departamento de Justicia, los imputados, todos residentes de Santiago de los Caballeros, comparecieron el domingo ante el Tribunal de Distrito de Nueva Jersey, donde un juez ordenó su detención en espera de su correspondiente juicio.

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Los tres forman parte del grupo de once dominicanos que enfrentan 19 cargos de conspiración para cometer fraude postal y electrónico, lavado de activos y otros delitos.

Los acusados habrían participado en una estafa que operaba desde un centro de llamadas en RD, y que tenía como objetivo a “abuelos” residentes en Nueva Jersey, Nueva York, Pensilvania y Massachusetts, indicó el DOJ.

ASÌ OPERABAN 

La estafa comenzaba con los ‘abridores’ que llamaban a los ancianos haciéndose pasar por hijos, nietos u otros parientes cercanos, pidiendo ayuda económica para salir de un problema a raíz de un accidente automovilístico.

Una vez los ‘abridores’ lograban convencer a las víctimas, otros estafadores que trabajaban en los centros de llamadas, conocidos como ‘cerradores’, supuestamente se hacían pasar por abogados defensores, agentes de policía o personal judicial y convencieron a las víctimas para que proporcionaran miles de dólares en efectivo para ayudar a sus seres queridos.

Los ‘cerradores’, entonces, convencían a las víctimas de entregar el dinero en efectivo a ‘mensajeros’ que eran enviados a sus casas. Estos últimos a menudo usaban nombres falsos y entregaban a las víctimas recibos apócrifos.


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